Agua desintoxicante con una exótica mezcla de sal rosa del Himalaya, bicarbonato y aceite esencial de incienso. La sal rosa del Himalaya contiene 84 minerales orgánicamente activos y asimilables por las células. Su aplicación tópica estimula la cicatrización de la piel, ayuda a cerrar los poros, eliminar impurezas, regular la producción de grasa, tratar el acné y desintoxicar.
El aceite esencial de incienso ha sido conocido desde la antiguedad por su unción y poderes curativos. Es una resina aromática que se obtiene del árbol boswellia carteri, el cual se encuentra exclusivamente en: Yemen, Etiopía, Omán y Somalia. Ayuda a sanar y curar la piel (cicatrices, heridas, llagas, úlceras, acné, etc.), revitaliza pieles opacas y/o maduras, reduce la grasa en la piel, rejuvenece y mejora el estado general de la piel.
